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Os cuido, también, en el duelo de tu mascota
Os cuido, también, en el duelo de tu mascota
La muerte o el anuncio de un perdida próxima de nuestro fiel amigo es muy dolorosa. Conocer que existen recursos disponibles para transitarla y gestionarla desde la calma y la serenidad puede ayudarnos a vivir este proceso de una forma muy amorosa.

Durante unos años trabajé acompañando a personas y sus familias en el tránsito hacia la muerte en una unidad de cuidados paliativos de un hospital de Inglaterra. Aunque fue un trabajo duro a nivel emocional, quizás también, fue donde pude entrar en contacto con lo efímero de la vida, con que realmente importa y sobre todo con la experiencia de sostener en el tránsito a la muerte y el duelo posterior.


Recuerdo un tiempo sin tiempo, el silencio, sentada junto a la cama de los pacientes “simplemente” sujetándoles la mano, acariciándolos; sin mucho que decir cuando ya estaba todo dicho, pero si sosteniendo con mi presencia compasiva su viaje.


Parece que el duelo que vivimos si es de un familiar o amigo está validado y comprendido por la sociedad. Sin embargo, el duelo que atravesamos cuando se muere o se nos anuncian que la muerte un miembro de nuestra familia interespecie* (lo siento, es que no me sale llamarlos “mascotas”) está cerca, es algo que no está legitimado por la sociedad, no tenemos ni tan siquiera un día libre en el trabajo, y muchas veces tampoco sentimos que el dolor que estamos viviendo sea comprendido por las personas de nuestro alrededor. Y en cierto modo es comprensible, porque al final la relación tan única y especial que había entre ti y “tu ángel de 4 patas” era exactamente así, solo vuestra y nadie más la ha vivido.


Con el paso de los años y siendo que tengo una familia interespecie extensa, cada vez estoy más convencida de que nuestros “compañeros de vida” llegaron a nuestra vida porque tenían una “misión” con nosotros. Ellos fueron una pieza clave en nuestro camino y nos ayudaron a crecer y desarrollarnos, allí donde lo necesitábamos. Y siempre lo hacían con ese infinito amor incondicional, día tras día, sin enfadarse y con mucha paciencia. Sonrío cuando pienso, que antes pensaba que yo los rescataba a ellos, cuando en realidad ellos me rescataron a mí.


Por eso, sé lo que duele y sé de lo que hablas cuando acompañas a tu fiel amigo a morir. Y yo cuido de ti y de él, durante todo este proceso, porque el duelo duele y hay que saber darle espacio, sentirlo, abrazarlo,… y es entonces cuando se podrá vivir desde el amor y no desde el miedo.


Si quieres que te acompañe a ti y a tu familia, humana y/o interespecie, a transitar de una manera amable y amorosa el tiempo anterior a la muerte o despues de que muera un amigo o familiar; recuerda, estoy aquí para cuidaros. Hablaremos sobre lo que sientes, lo que necesitas y lo que necesita, también, este ser que está transitando, como podemos comunicarnos con él para saber lo que necesita, aunque no pueda hablar, y que recursos, herrramientas y posibilidades hay disponibles para ayudaros en todo este proceso. Ponte en contacto conmigo y charlamos. 



"La vida, como la muerte, puede ser vivida como una gran experiencia de amor".





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